En el siglo XVI, la prisión de San Clemente se erigió como un lugar sombrío y opresivo que dejó una huella indeleble en la mente de aquellos que tuvieron el desafortunado destino de cruzar sus muros.
En el octavo cumpleaños de Sarahí, una sombra de inquietud cayó sobre la celebración cuando su tía Rosario le regaló una muñeca rara y enigmática llamada Hortencia.
En el pintoresco pueblito de Georgia, una leyenda oscura se ha tejido en torno al misterioso llanto de una niña de 7 años. El sonido, inquietante y cargado de tristeza, ha resonado a través de las décadas, llenando el aire de un aura de miedo y asombro.
La leyenda del fantasma de un niño con graves quemaduras ha dejado una marca indeleble en el personal médico, enfermeras y el personal en general que ha cruzado el umbral de ese antiguo edificio.
En los años 20 del siglo XX, en un pequeño pueblo cercano a la ciudad, se gestó un misterio que dejó a los transeúntes y habitantes sumidos en una mezcla de curiosidad y temor.
En un pueblo remoto de América, en pleno siglo XIX, se gestó una historia de terror que dejó una marca indeleble en la sociedad y en la memoria colectiva.
En los rincones sombríos de un pequeño pueblo, una historia oscura y turbulenta se desarrolló, dejando una marca indeleble en la memoria de sus habitantes.