En una antigua casa de campo, rodeada de campos verdes y colinas ondulantes, vivía una familia que había heredado la propiedad de generación en generación. La casa estaba llena de historia y secretos, pero lo que la hacía aún más intrigante era la leyenda del fantasma de un niño que se decía que merodeaba por sus pasillos y habitaciones.
La historia comenzó hace muchos años, cuando un niño llamado Samuel vivía en la casa con su familia. Samuel era un niño curioso y aventurero, siempre explorando los rincones de la casa y jugando en los alrededores. Sin embargo, una noche, mientras una tormenta rugía afuera, Samuel desapareció misteriosamente.
Los días se convirtieron en semanas, y la búsqueda del niño fue en vano. Finalmente, su familia lo dio por perdido, asumiendo que había quedado atrapado en algún lugar remoto debido a la tormenta. Pero entonces, semanas después de su desaparición, los lugareños comenzaron a ver una figura en la ventana de la habitación de Samuel, mirando fijamente hacia el horizonte.
La figura, que parecía ser un niño vestido con ropa antigua, estaba rodeada por una luz tenue y etérea. Se decía que sus ojos brillaban con tristeza y anhelo, y que a menudo se escuchaban susurros suaves en el viento cuando el niño aparecía en la ventana.
Con el tiempo, la historia del niño en la ventana se convirtió en una leyenda local. Muchos afirmaban haberlo visto en diferentes momentos, especialmente durante las noches de tormenta. Algunos incluso creían que el niño estaba tratando de comunicarse, aunque nadie sabía con certeza qué mensaje llevaba consigo.
Años después, una familia se mudó a la casa de campo, ajena a la historia del niño en la ventana. Tenían un hijo pequeño llamado Lucas, que rápidamente se sintió atraído por la habitación que una vez había pertenecido a Samuel. Una noche, mientras Lucas dormía, despertó súbitamente y vio al niño en la ventana.
El niño fantasmal miraba a Lucas con ojos llenos de tristeza y empatía. A medida que sus miradas se encontraron, Lucas sintió una conexión inexplicable con el niño y supo que tenía que descubrir la verdad detrás de su historia.
A lo largo de los meses siguientes, Lucas investigó la desaparición de Samuel y descubrió un antiguo diario que había pertenecido al niño. Las páginas revelaban que Samuel había quedado atrapado en una grieta durante la tormenta y había pasado días luchando por sobrevivir antes de finalmente fallecer. El niño en la ventana, se reveló, era el espíritu de Samuel, atrapado entre dos mundos debido a su muerte trágica.
Con la verdad finalmente conocida, Lucas decidió ayudar al espíritu de Samuel a encontrar la paz. Realizaron un ritual de despedida en la habitación del niño, y la aparición en la ventana finalmente se desvaneció, dejando una sensación de calma y liberación en el aire.
La leyenda del niño en la ventana se convirtió en una historia de redención y conexión entre dos almas jóvenes separadas por el tiempo y la tragedia. La casa de campo, una vez envuelta en misterio, se convirtió en un lugar de memoria y honor para Samuel y su valiente lucha por la supervivencia.